La conjuntivitis neonatal consiste en secreción ocular acuosa o purulenta secundaria a un irritante químico o a un microorganismo patógeno. Es una coloración roja del ojo en un recién nacido causada por irritación, obstrucción del conducto lacrimal o infección. La prevención con tratamiento tópico antigonocócico se realiza de manera sistemática en el momento del parto. El diagnóstico es clínico y suele confirmarse mediante pruebas de laboratorio. El tratamiento consiste en antimicrobianos específicos contra el microorganismo.
Síntoma
La conjuntivitis causada por Clamidia habitualmente se desarrolla entre 5 y 14 días después del nacimiento. La infección puede ser leve o grave y puede producir pequeñas o grandes cantidades de pus. La conjuntivitis causada por otras bacterias puede comenzar de 4 a 21 días después del nacimiento y puede o no producirse pus. El virus del herpes simple puede infectar sólo el ojo, o tanto el ojo como otras partes del cuerpo. En casos graves, puede desarrollarse una infección potencialmente mortal que afecta a todo el cuerpo y el cerebro. La conjuntivitis causada por la bacteria de la gonorrea aparece entre 2 y 5 días después del nacimiento, o incluso antes si las membranas se rompieron prematuramente y la infección tuvo tiempo de comenzar antes del parto.
Habitualmente, sea cual sea la causa, los párpados y la parte blanca de los ojos (conjuntiva) del recién nacido se inflaman mucho. Cuando se separa el párpado puede verse la salida de pus.
- Secreción acuosa y sanguinolenta de los ojos del bebé
- Secreción espesa similar a pus de los ojos del bebé
- Párpados inflamados y enrojecidos
La conjuntivitis neonatal casi siempre es causada por:
- Un conducto lacrimal obstruido
- Infección por bacterias o virus o por irritación producida por gotas oftálmicas antibióticas administradas llamadas nitrato de plata (estas gotas ya casi no se emplean)
La conjuntivitis neonatal que es causada por una infección por bacterias o virus puede ser grave. Las infecciones bacterianas más comunes que pueden causar daño ocular grave son la gonorrea (Neisseria gonorrhoea) y la clamidia (Chlamydia trachomatis), las cuales pueden pasar de la madre al niño durante el nacimiento.
Las bacterias que normalmente viven en la vagina de una mujer también causan conjuntivitis neonatal.
Los virus que causan el herpes genital y oral también se le pueden transmitir al bebé durante el nacimiento, llevando a conjuntivitis neonatal y daño ocular grave. Sin embargo, la conjuntivitis por herpes es menos común que la conjuntivitis causada por gonorrea y clamidia.
La madre puede estar sin síntomas (asintomática) al momento del parto, pero sigue portando las bacterias o los virus que pueden causar conjuntivitis en el recién nacido.
Hable con el médico si usted ha dado a luz (o espera dar a luz) a un bebé en un ambiente en donde las gotas antibióticas o de nitrato de plata no se le aplican a los ojos de los bebés de manera rutinaria; por ejemplo, si usted va a tener un parto en el hogar sin supervisión. Esto es especialmente importante si usted ha tenido o está en riesgo de sufrir alguna enfermedad de transmisión sexual.
Complicaciones
- Ceguera
- Cicatrización corneal
- Inflamación del iris
- Perforación de la córnea
- Neumonía
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