
Los problemas oculares más frecuentes en esta época del año son las irritaciones provocadas por el cloro y la exposición excesiva al sol.
Estudios recientes demuestran que si nos quemamos 5 o más veces tomando el sol aumentan en un 80% las probabilidades de desarrollar melanoma. Pero no sólo la piel puede lastimarse, también la visión.
LOS PROBLEMAS OCULARES MÁS COMUNES EN ESTA ESTACIÓN DEL AÑO
Irritaciones. El cloro, el contacto con el agua del mar, la alta exposición al sol y aire acondicionado, provocan malestar, enrojecimiento y escozor en los ojos.
Conjuntivitis. La película que protege los ojos y elimina las sustancias que puedan entrar en ellos, puede verse alterada por el cloro o pasar muchas horas al sol, provocando conjuntivitis irritativas, víricas o bacterianas. En estos casos, el paciente presenta el ojo rojo, siente molestias y su ojo produce secreciones de tono amarillo o verdoso. Es común que, al despertar, sus párpados se encuentren pegados y le resulte difícil abrirlos.
Ojo seco. El aire acondicionado puede ser perjudicial y favorecer el desarrollo del síndrome del ojo seco. Se caracteriza porque existe una carencia de lágrima que deriva en molestias oculares, problemas visuales y lesiones en la córnea y la conjuntiva.
Queratitis. Se trata de la inflamación de la córnea provocada por un mal uso o insuficiente higiene de las lentes de contacto. Sus síntomas son enrojecimiento de los ojos, sensación de cuerpo extraño, visión borrosa, secreciones, lagrimeo, molestia a la luz y dolor.
Todo esto producido por los diferentes factores a los que nos exponemos en el verano, como lo son:
- El cloro que se encuentra en el agua de las piscinas, además las piscinas pueden contener acumulación o proliferación de bacterias que así como a la piel también pueden afectar la salud visual
- La exposición directa a los rayos UV sin protección, entre otros.
CONSEJOS PARA PREVENIRLOS Y SOLUCIONARLOS
Gafas de sol homologadas. Usa siempre modelos que garanticen el cuidado de tus ojos y recuerda que deben ser utilizadas tanto por adultos como por niños. Si te estás preguntando si las gafas baratas o de imitación sirven, la respuesta es no. La farmacéutica Marian García, explica muy bien el porqué en su blog.

Quítate las lentillas antes de meterte al agua. Las lentillas, en ningún caso, deben entrar en contacto con el agua, el entorno perfecto para el desarrollo de bacterias capaces de provocar queratitis.
Hidrata tus ojos. No abuses del aire acondicionado en el apartamento, hotel y coche. Para evitar el síndrome del ojo seco se recomienda el uso de humidificadores y de lágrimas artificiales, siempre que el oftalmólogo lo prescriba.
Práctica de deporte con gafas adecuadas.
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