La exposición a la luz azul (sol, tablets, pantallas LED y smartphones) conlleva diversos síntomas visuales que van desde las molestias visuales inducidas por el deslumbramiento a las alteraciones de los ciclos fisiológicos que provocan la muerte de las células retinales, queratitis, degeneración macular relacionada a la edad (DMRE) y cataratas.
Existen dos fuentes:La luz del sol y la luz de las pantallas LED retroiluminadas, ambas pueden tener efectos perjudiciales en nuestros ojos.
La exposición acumulativa a la luz azul-violeta establece una relación con patologías oculares como queratitis, degeneración macular relacionada a la edad (DMRE) y cataratas. La exposición a la luz azul conlleva diversos síntomas visuales que van desde las molestias visuales inducidas por el deslumbramiento a las alteraciones de los ciclos fisiológicos que provocan la muerte de las células retinales.
Se recomienda usar lentes que filtran la luz azul-violeta diseñadas por la industria óptica porque son útiles para reducir la exposición a la luz azul. El ojo humano no está preparado para ver a distancia cercana durante mucho tiempo y mucho menos si se trata de un dispositivo que emite luz, como hacen smartphones, tabletas y videoconsolas portátiles.
En la fóvea, la parte central de la retina, la que me permite realmente diferenciar la letra "O" de la letra "A", no hay receptores sensibles al azul. En toda la retina, que es parte del sistema nervioso central, hay casi seis millones de receptores, cinco millones aproximadamente son para el rojo y el verde y sólo medio para el azul. Y, encima, en la parte más importante, la fóvea, no hay ninguno.
¿Cómo es posible?, pues si no están, es porque no tienen que estar; y para eso existen los mecanismos que utiliza la naturaleza para preservar la retina y los defensores son el cristalino, que se vuelve amarillo con la edad, y el pigmento amarillo que protege a la mácula. Esto preocupa sobre todo en niños, porque su retina aún no está formada.
El 85% de la información que recibimos es por el sentido de la vista, pero nadie le da importancia hasta que tiene problemas. La luz azul puede ser dañina, por ende hay que protegerse. Porque la luz, además de ser un instrumento que nos permite ver, es un elemento que también puede ser nocivo. Es como el agua, que es imprescindible para vivir, pero también puede ahogarnos.
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