
Las personas que sufren de epilepsia fotosensible pueden sufrir convulsiones cuando se exponen a la luz intermitente. El estudiante de Psicología Aplicada de la Universidad de California, Logan Williams, estaba al tanto de la condición ya que uno de sus amigos íntimos sufría y se sentía frustrado por la falta de tratamiento práctico y cotidiano disponible para ello.
Esto lo inspiró a desarrollar Polar Optics, una tecnología pionera de lentes impresos en 3D. "Polar Optics mitiga las amenazas ambientales, permitiendo a los pacientes llevar a cabo su vida cotidiana sin temor a un ataque. Tiene el potencial de realmente marcar la diferencia para las personas de todo el mundo con epilepsia fotosensible, y también ayudará a cualquier persona que padezca dolores de cabeza y migrañas por la luz brillante", agregó Williams.
Los lentes funcionan refractando la luz que entra en el campo de visión del usuario. La refracción amortigua la intensidad de la luz, segmentando la onda de luz, lo que significa que tiene un efecto mucho más débil en todo el sistema neurológico. Esto le permite al usuario unos segundos vitales para cerrar los ojos o alejarse de la amenazante fuente de luz, que puede ser algo intenso como luces estroboscópicas o, a menudo, solo una fila de árboles o edificios que causa un patrón de luz intermitente al pasar.