El ojo rojo afecta cada año a 6 millones de personas en Estados Unidos. Existen tres tipos de conjuntivitis: conjuntivitis viral, bacteriana y alérgica. Los antibióticos rara vez son necesarios para tratar la conjuntivitis aguda, debido a que la mayoría de los casos son causados por infecciones virales o alergias y no responden a estos. Inclusive, los antibióticos son a menudo innecesarios para la conjuntivitis bacteriana debido a que con frecuencia los casos son leves y se resuelven por su cuenta dentro de 7 a 14 días sin tratamiento.
Un nuevo estudio que está ahora en línea en Ophthalmology, la revista de la Academia Americana de Oftalmología, sugiere que la mayoría de las personas con conjuntivitis aguda, u ojo rojo, están recibiendo el tratamiento incorrecto. A casi 60 % de los pacientes se les recetan gotas oculares con antibióticos, aunque rara vez son necesarias para tratar esta infección ocular común. Aproximadamente 20 por ciento recibe un antibiótico-esteroide que puede prolongar o empeorar la infección.
Este es el primer estudio para evaluar el uso de antibióticos en el tratamiento de ojo rojo en un segmento grande y diverso de Estados Unidos. Los hallazgos son consistentes en indicar que hay una tendencia a nivel nacional de uso indebido de antibióticos para las enfermedades virales o bacterianas leves comunes. Es una tendencia que aumenta los costos para los pacientes y el sistema de salud y puede promover la resistencia a los antibióticos.
Los investigadores de la Universidad de Michigan Kellogg Eye Center analizaron los datos de una gran red de atención médica administrada en Estados Unidos. Ellos identificaron el número de pacientes a los que les suministraron recetas con antibióticos para la conjuntivitis aguda. Luego evaluaron las características de los pacientes a los que le formularon una receta en comparación con los que no.
De aproximadamente 300.000 pacientes diagnosticados con conjuntivitis aguda durante un período de 14 años, 58 por ciento recibieron una receta de colirios antibióticos. Entre ellos, 20 por ciento recibió una receta para una combinación antibiótico-esteroide, que pueden ser inapropiadas para la mayoría de los pacientes con conjuntivitis aguda porque pueden prolongar o exacerbar ciertos tipos de infección viral.
Aún más preocupante, los autores encontraron que las probabilidades de llenar una receta dependían más del estado socioeconómico de un paciente que del riesgo del paciente de desarrollar una infección ocular más grave. Por ejemplo, los pacientes diagnosticados con VIH/SIDA.
El estudio también encontró:
- Los proveedores de atención primaria (médicos de familia, pediatras, médicos de medicina interna y proveedores de atención de urgencia) diagnostican la mayoría (83 %) de los pacientes. Sólo una minoría fue diagnosticada por oftalmólogos u optómetras.
- Los pacientes diagnosticados por un proveedor de atención primaria o de urgencia tenían dos o tres veces más probabilidades de recibir recetas de antibióticos oculares que los pacientes diagnosticados por un oftalmólogo.
- Los pacientes que tomaron recetas de antibióticos fueron significativamente más propensos a ser blancos, jóvenes, mejor educados y más ricos que los pacientes que no completaron recetas.
- Los pacientes diagnosticados por un proveedor de atención primaria o de urgencia tenían dos o tres veces más probabilidades de recibir recetas de antibióticos oculares que los pacientes diagnosticados por un oftalmólogo.
- Los pacientes que tomaron recetas de antibióticos fueron significativamente más propensos a ser blancos, jóvenes, mejor educados y más ricos que los pacientes que no completaron recetas.
“Este estudio arroja luz sobre la prescripción excesiva de antibióticos para una infección ocular común”, dijo el autor principal Nakul S. Shekhawat, M.D., M.P.H. "Muestra que las decisiones de tratamiento actuales para los ojos rojos no se basan en pruebas, sino que a menudo son impulsados más por el tipo de médico que hace el diagnóstico y el estado socioeconómico del paciente que por razones médicas. Las posibles consecuencias negativas son difíciles de justificar a medida que avanzamos hacia el enfoque en el valor en la atención de la salud".
Los autores indican que hay varias razones por las que los antibióticos son más prescritos. Es un reto diferenciar la conjuntivitis bacteriana de las formas viral y alérgica. Los tres tipos pueden tener características que se superponen, tales como un ojo rojo, secreción poco espesa, irritación y sensibilidad a la luz. Los especialistas de la salud visual pueden tender a "errar por el lado de la precaución" y prescribir antibióticos "por si acaso". Los pacientes a menudo ignoran los efectos nocivos de los antibióticos y pueden creer falsamente que los antibióticos siempre son necesarios para resolver la infección.
La Academia Americana de Oftalmología ha publicado las directrices para la comunidad médica sobre el tratamiento de los ojos rojos. La Academia dice a los proveedores de atención médica que eviten recetar antibióticos para enfermedades virales y que retrasen el tratamiento inmediato cuando se desconoce la causa de la conjuntivitis.
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