
En casi la mitad de los casos, la escleritis se asocia con un trastorno subyacente autoinmune como la artritis reumatoide.
Hay dos tipos principales de escleritis: anterior y posterior.
La escleritis anterior, es el tipo más común y afecta la parte frontal de la esclerótica. Hay tres tipos de escleritis anterior:
Escleritis difusa, el tipo más común y afortunadamente el más tratable. Esta condición se caracteriza por el enrojecimiento e inflamación en la parte frontal de la esclerótica, total o parcial.
Escleritis nodular, que se caracteriza por la presencia de nódulos o protuberancias en la superficie del ojo, a menudo dolorosos al tacto.
Escleritis necrotizante, que es la forma más grave de la escleritis anterior. Tiene la capacidad de destruir los tejidos esclerosos y en casos raros puede llevar a una pérdida de los ojos. Ésta forma se caracteriza típicamente por un dolor y sensibilidad extremos, aunque una rara forma de la condición puede ser indolora.
La escleritis posterior, la forma más rara, afecta la parte posterior del ojo y a menudo no está relacionada con una enfermedad sistémica subyacente. La escleritis posterior puede desarrollarse por sí misma o conjuntamente con una escleritis anterior. Personas con éste tipo de escleritis pueden tener dolor y sensibilidad. Ésta forma puede causar complicaciones que resultan en un desprendimiento de retina y un glaucoma de ángulo cerrado.
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